tag:blogger.com,1999:blog-1002399894567568002024-02-08T06:48:56.889-03:00· a g o r a e l a p ·Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-66296838031327098782000-06-04T22:29:00.000-03:002010-12-04T22:31:49.246-03:00SEISLa cuadra con sus baldosones endamados le acercaban ciertos juegos de la infancia. Los balcones de enfrente con su guardia de macetas pintando el otoño le recordaron que alguna vez en su niñez soñó un sitio similar.<br />Oprimió el timbre . Una voz contestó con sonido aséptico, poco familiar. Esperó. Cuando le indicaron, con decisión tomó el picaporte blandiendo todas las fuerzas que le quedaban, ante la próxima partida.<br />El lugar era curioso, con símbolos ajenos que despertaban inquietudes. Pequeñas figuritas contorsionadas en diversos huecos. Paños tapizando rincones umbrosos apenas agredidos por algún resquicio de luz. Almohadones, sillones, butacas y un camastro tapizado en cuero negro como señalando el destino de cada visitante.<br />El viaje había sido cargado de angustia y suponía que al avanzar, la pesadumbre sería menor y eso empujaba su continuidad.<br />Los primeros encuentros fueron de un remover instancias, había que desmenuzar toda la piel y era conciente que no se puede volar tomando el ala ajena, que el único vuelo posible era en su propio plumaje, y a esto estaba dispuesta.<br />Su borbotón de palabras era seguido con atención, mientras la angustia iba desgajándose en vertiginosos remolinos de ideas entremezcladas. No obstante, creía desplegar un damero de imágenes que la describían.<br />Como entre la niebla se sucedieron encuentros. Paulatinamente aportaron confianza. Se había instalado un vínculo que no por poco conocido dejaba de ofrecerle seguridad.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-44162043112653405742000-05-04T22:29:00.000-03:002010-12-04T22:31:31.506-03:00CINCOComenzaban las despedidas, el festejo, los proyectos compartidos, la ilusión, comenzaba.<br />En uno de esos momentos, tuvo un diálogo paralizante. La interlocutora había sido compañera de él en sus estudios.<br />Sin preámbulos le transmitió detalles agrios de una vieja relación, cargada de situaciones dolorosas y aunque sus oídos no pretendían escuchar , tuvieron que hacerlo.<br />Soportando la sorpresa, salió con las piernas cementadas. Cada paso era arrancado desde el suelo sujetando raíces fuertemente instaladas.<br />Ansiaba un refugio.<br />Limpiar su cuerpo de la miseria inesperada.<br />Aquel ser, había destilado odio y rencor; tanto, que era imposible no vibrar ante ese manantial de sentimientos.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-7019110538175785151999-09-04T22:28:00.000-03:002010-12-04T22:31:15.020-03:00SIETESeguramente el encuentro le ayudaría a entender.<br />Comenzó el monólogo y la referencia a las palabras paralizantes.<br />No despertó sorpresa. Por el contrario la narración pareció complacerle y como si faltara un corolario, desparramó explicaciones que ella no pedía, invadiendo hasta el silencio. <br />Sintió que pertinazmente destruían la figura que no estaba para explicar. Algo doloroso le ocurría, pero no pudo reaccionar y escuchó.<br />Salió. La noche entró en su cuerpo lentamente. En cada paso fueron desgranándose huellas. Caminó sin pausa hasta que la luna se escondió en el horizonte. Sería la madrugada. Había andado sin rumbo y volver a la realidad le obligó a salir de la marejada de palabras.<br />En el silencio parecía mas acuciante el sonido muerto de las heridas. Confundía la paz con el veneno, el perfume con la hiel o el infierno.<br />Un cuadro impensado tejía figuras en desprolijas variedades.<br />Finalmente durmió como refugio, clamando despertar para salir de la telaraña de fantasmas. La luz le devolvió la certidumbre de un nuevo esfuerzo para transitar y conservar la calma. Quería consolarse. Seguiría con su proyecto. Solo claudicaría ante la evidencia contundente de las palabras que no esperaba escuchar.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-16137440815424909131999-08-04T22:28:00.000-03:002010-12-04T22:30:56.689-03:00OCHOLa estación era amplia y compleja . Un laberinto de señales y luces parecían complicar el encuentro en el gentío. Su mirada recorría la urgencia de los pasajeros queriendo detenerse en la figura esperada y los minutos delataban su temor.<br />El tiempo arropó sus ideas y la imagen perfilada en el brillo de la hendija cómplice, la sorprendió.<br />Sus miradas impedían cruzar el océano que los enfrentaba. Solo un beso y un témpano pareció instalarse. Escuchó. <br />La misma historia nunca dicha era rechazada desde la confirmación y la confianza. Las palabras emprendieron un prolongado letargo, tratando de clarificar misterios. En un instante debía reconocer el triunfo de la telaraña .<br />Rearmarse para poder seguir , en un cielo solitario que cada vez parecía más distante del parral de los sueños.<br />El próximo tren de regreso la esperaba igual que su pueblo. Apenas si el aturdimiento de luces y campanas podían acercarla a imaginar lugares y un recomenzar más cierto.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-85345235661512811231998-12-04T22:27:00.000-03:002010-12-04T22:30:40.125-03:00DOCEEn las veredas soleadas, las yemas de septiembre, estallaban. Las comadres, en intercambio desalineado, desmenuzaban la osadía de la fuga con aquella mujer , el hijo y la antigua historia. Como al descuido, e intercalando miradas a los paseantes ocasionales, ponderaban la fortaleza de la muchacha y su regreso. El misterio preservaría en la imaginación, las razones del engaño.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-90883776991312634251998-11-01T22:25:00.000-03:002010-12-04T22:30:18.449-03:00ONCE<span style="font-size:100%;">Caminaba sobre dolores callados, tratando de imprimir sentido a sus pasos.<br />Los interrogantes se amontonaban espinosos pugnando respuesta. Todo había sido tan sentido y fugaz que apenas si atinaba a creerlo. Sin rumbo llegó al paseo por la acequia. El mismo enjuto ser mateaba sin mirarla.<br />- El viento te abatió en su mezquindad, y has vuelto !<br />Pareció no escuchar , pero en su alma algo de la paz parecía recuperar efectos.<br />- Todo pasa, aún el viento .... deja correr la vida y continua , que el recuerdo será una pequeña mancha azul para poder seguir andando.</span>Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-61952705860040440681997-11-28T23:36:00.001-03:002010-11-28T23:36:52.851-03:00Diálogo postrero-¡ Podías ser? !!!<br />Recibí tu mirada y en silencio, mi voz salió dormida....<br />- Lástima que llevó la vida serlo.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-48324902228110168321997-11-28T23:36:00.000-03:002010-11-28T23:36:25.343-03:00Había que contar las nubes antes de tenderlasCada noche al arroparte, manifiesto ritual amoroso, te pedí que contaras las nubes, antes de tenderlas.<br />Que despertaras la luna antes de tiempo.<br />Sin esperar, aún sin saberlo, fuiste dándome los cimientos de tu ilusión para el día que fuera.<br />Apasionada, entre mohines y quejas, reclamabas la última caricia ante la oscuridad del misterio.<br />Con palabras desgajadas de un léxico aprendido al sol y entre los juegos, fuiste armando el mundo con pececitos alados y ratones inquietos. <br />Persiguiendo tu magia, volamos hacia el mismo paraíso, entre la ingenuidad de la imagen y la pertinaz realidad de lo concreto.<br />En tu memoria, las palabras reclamaban su lugar reiterado, no permitiendo devaneos. Rechazo invariable por la vocecita suave de un “así no era”.<br />Nunca pensé que la Luna no despierta antes de tiempo, ni que las nubes tendidas, no contaban para sumar su efecto.<br />Aprendí que no se puede cambiar el curso de tus sueños, que no podría cambiar la aparición de tus imágenes secretas, y que en cada porción de realidad que vivieras, forjarías una porción de la ilusión que tengas.<br />Hoy ya no arropo tus noches, ni atravieso tus sueños, solo puedo acompañar tu música y persistentemente, cada noche, pedirle a la luna que despierte antes de tiempo, contado las nubes al tenderlas y acompañe tu sueño.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-13095912555510179131996-11-28T23:35:00.000-03:002010-11-28T23:35:57.080-03:00HOY, MÁS ALLATransitar lento por la sombra de mi cuerpo. Una voz interior dicta la palabra. Diálogos que se niegan al sonido, recorren la inversa curva del tiempo. Conjugando el vivir, la mente danza y desata el corral de la ignorancia. Aquello desconocido no se elige. No obstante, los maestros internos guían hacia el infinito. El movimiento nace a la magia y el centro pierde virginidad en el presente.<br />Ansiosa lujuria del hecho creativo, el cofre de mi piel regurgita palabras.<br />Más allá del sonido, se convierten en tensión y surge la imagen.<br />Como discurso romántico y mordaz, libélulas esquivas pululan mi entorno de papeles y lápices, presagiando asociaciones próximas a la idea. <br />Esmeradamente la pasión esculpe rastros de otras tempestades.<br />El silencio, dialoga y rompe el vacío de la existencia. Poseo el sentimiento, por lo tanto su fuerza y su misterio.<br />Dejé la ciudad donde nací. Olía hollín y cloacas en sus calles.<br />Árboles que florecen por primaveras que no vivieron. Contradictoria como la calma y el infierno, virtudes exasperadas, teatralizan su opuesto.<br />¿Cuál es el hechizo que establecen las cosas, para amarlas a pesar de sus contornos ásperos?<br />Añoro perderme en la ignorancia del tumulto, tanto como amo pasear en lo umbroso del bosque o caminar por la arena reseca de grietas.<br />Sepultada en cenizas del pensar, florecen hierbas amargas. Hago un hueco en las cobijas y me arropo de la nostalgia.<br /> Le hablo a mi alma para que sea libre. Frases nunca escuchadas alumbran paradigmas. Desde la fibra con fuerza aparece el impulso.<br />Metamorfosis de colinas y lagunas, entrevero de palabras. El lenguaje es ausencia vencida en el tiempo y su amor ocupa el vacío de la magia.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-39597308008260311111995-11-28T23:34:00.000-03:002010-11-28T23:35:19.363-03:00Quizás AlgunosDifícil olvidar cuando es presencia, que recuerda la ausencia del deseo.<br />Abrazando la caricia mullida, me dejé ir por el curso cálido de momentos añejos. Era necesario reconstruir la alegría para transitar el próximo invierno.<br />Mi sombrero caminó cansino hasta el perchero. Una lágrima rebotó en la piel pidiéndole a la mano su consuelo, y el respaldo fue sostén de borbotones que entre sonrisas y ayes circundaron la mente.<br />El tiempo, instante eterno, me arropó en sus ideas y fuimos uno con tu imagen perfilada en el brillo de la hendija cómplice que permitía el pasaje hasta mi pecho.<br />Concluí que quizás alguien pueda desoír las voces que nos llegan desde el centro. Quizás pudiste. Pero es difícil sortear el camino que entre risas y estertores hemos de pisar sin saberlo.<br />Pensé que recoger el estandarte de los tiempos, treparlo a alguna nube y hacer con esto un recorrido eterno, era un desafío. Pero era cierto.<br />Podría subir a cada celaje una sonrisa y a cada cúmulo un aproximación, un arpegio.<br /> Escuchar la música disonante que clamando rearmarse en pentagramas compuestos, buscaba su lugar en óperas de existencia. Composición y conjunto de individualidades armonizando entre corcheas y sueños.<br />Habría que mutilar tantas dudas, construir imágenes con retos, desafiar los silencios, acallar las pérdidas obligadas y eternas. Perdonar nuestras sombras, estrenar jubileo de ilusiones extremas. Encontrar en el otro la estampa de lo bueno. Acordar el amor de distintas espinas en un mismo collar brillando en los aciertos.<br />Derrotar voluntades oscuras que dejan a la luz escarnio y yerros.<br />Construir sobre la piedra, modelar la pupila para acertar la forma y el matiz, sus tenues y sus plenos. Horadar la oscuridad y el viento.<br />Transgredir las siluetas marcadas ayer por múltiples arenas propias y ajenas. Imponer lo esencial a la negación y al espejo.<br />Rebotar en la mezquindad del centro y pensar en conjunto, mitigando la soledad en la danza de remolinos que conforman el cauce axial y complejo. Recorrer el sendero sin saber que esta siendo.<br />Abracé la caricia mullida y supe que todo era, sin poder vencerlo.<br />Supe que así toma sentido el abrazo, la caricia y es sustento.<br />Amé la posibilidad y en lo posible, amé el encuentro.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-29382610716441835331994-11-28T23:34:00.000-03:002010-11-28T23:34:35.788-03:00Hilo a Hilo fue peinando la iraCon sombrero de hilos azul plata, creciendo para iluminar alguna sombra, así se veía.<br />Los rastros quedaron marcados en su piel venteada por los años. El sol de otros días se opone a acariciar heridas que no sangran.<br />Atrás quedó la habitación vacía, las risas que inundaban espacios, hoy inertes, compartidos para algún mañana.<br />El contraste, entre el abrupto envoltorio de la oscura escena y la musical fuerza del curso de agua, juntó el recuerdo con el dolor y fue presencia humana.<br />Rememoró tal vez, la primer escena inocua, intrascendente y tibia, que adquiriera importancia al transcurso de otras, fielmente recordadas como urdimbre.<br />Y entre los rizos del agua, fue depositando una a una las estampas pintadas, y con el torbellino, los colores se confundieron en dolor y arcoiris, simulando la magia de cada instante redivivo.<br />El tiempo adquirió su segundero propio y mágico, siendo un instante que aguijoneando el alma, llevó al momento certero, al hilo, que delató el ocaso, el olvido, la rabia.<br />Hilo a hilo surcó imágenes, decires, faltas.<br />Desarmó en cadena el entretejido recuerdo, desatando incógnitas, deshaciendo ilusiones, desoyendo nostalgias.<br />La ira como turgencia sangrante, se adueñó del alma.<br />No había forma posible de restaurar la calma, de recomponer el cuerpo para amoldarse al dolor que provoca la ausencia de un abrazo esperado, de la ilusión que desnutre y deja el vacío con añoranza.<br />Imágenes que fueron sin ser, alimento para horas vacías y lejanas.<br />Como un rito crucial, se acercó al río y mansa, lentamente, fue dejando caer cada porción de piel, cada guedeja de su cabellera ultrajada.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-72872671627421381731994-01-28T23:33:00.000-03:002010-11-28T23:34:03.526-03:00La papeleraParedes blancas con grandes ventanales, recortes de paisaje que invitan a mirar sin descanso. Desde estas alturas todo podía convertirse en un lugar diferente.<br />Calles, crispadas de sonido y movimiento, tornadas en alineados cauces con direcciones preordenadas. Ventanucos oscuros ornados de molduras y detalles, ofrecen una escenografía para cualquier escena que pudiera plasmarse.<br />En la larga hilera de autómatas que sumábamos cuotas impersonales, el flaco vecino me comentó risueñamente, por lo bajo, el gran descalabro que podríamos producir invirtiendo los signos y sugiriéndome probarlo. Dibujé una sonrisa ante la idea y no abundé en comentarios.<br />- La empresa no le paga para que Ud hable - había dicho el gordito insulso que circulaba controlando.<br />Con el espanto apretado en la garganta, volví a mirar la automaticidad de mis dedos en el teclado y el vertiginoso fluir de las tiras con números y cuentas que mi imaginación se negaba a retener.<br />Pasarían largos minutos antes del descanso y ansiaba el momento de relajar la espalda y darle paso a pensamientos que estarían más allá de los cristales.<br />Mientras mis dedos bailaban con las cifras, intenté dibujar otros perfiles y persiguiendo atajos, me empeñé en imaginar otro escenario.<br />La contundencia de las cuentas y la responsabilidad inculcada, profanaban la escalera de sueños que inútilmente trataba de construir.<br />Finalmente y casi como si estuviéramos obligados ante la gentileza, al unísono y erguidos, marchamos hacia la cafetería para los diez minutos relajados.<br />Había transcurrido la mitad de la jornada, pensar en otro tramo igualmente tedioso parecía una osada aventura imposible de completar.<br />Otra vez la maquinita, otra vez las cuentas, otra vez el soñar mientras los dedos transitan mecanizados el prolífico camino de sumas y resultados.<br />Ahí estábamos todos, bailando en los teclados.<br />El sobresalto llegó con la campana modificando la acción, para dar rienda suelta y llenar de tiras y ristras de papeles ajados, todos los tachos.<br />El Insulso, también automatizado, como en una letanía repetía a diario:<br />- Muchachos! Hay que vaciar los papeleros,….. Muchachos!Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-35427359230207568091993-12-28T23:32:00.000-03:002010-11-28T23:33:35.100-03:00El burro no estaba bautizado<span style="font-size:100%;"><span style="font-family: trebuchet ms;">Teníamos que esperar cada verano, el largo viaje hasta los colores de la quebrada. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Un abra en la sólida cordillera pugnaba por ofrecernos otra visión de su armadura. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Allí nos sumergíamos en el sol y el polvo de las calles con acequia bordeada de piedras que nos empeñábamos en saltar a uno y otro lado. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">En nuestros pies la alegría se enseñoreaba, y dábamos paso a la imaginación de mil formas y canciones. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">La calidez del cielo cobijaba nuestro desparpajo dilapidando el tiempo con la ingenuidad de la infancia que nos protegería para el mañana.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Entre alguien del grupo surgió la idea. Cada cual en un burro y a tratar de embocar la pelota en el arco. Era la apuesta. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Empujando los burros como un carro cargado, tropiezos, caídas, lamentos y alaridos, alternaban con miradas de cansinos borricos, visiblemente azorados. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">La gesta era ardua. Las ancas de los burros parecían paredes de mármol talladas en el aire saturado de polvo y risotadas. Empujados hacia el arco, parecían negarse a cometer semejante acto. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Alguno que otro se cansaba y sin mediar comunicación a su atareado jinete, se hincaba y resolvía la cuestión acostándose. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Inútiles eran los vituperios y griterías de jinetes y circundantes. El convencimiento no llegaba sin mediar hostilidades que dejaban desfallecientes jugadores como resultado. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Nunca se supo bien quien ganaba cada competencia. Seguro es que al cabo del primer tiempo, solo quedaban despojos de humanos y burros que se negaban a ser bautizados. </span></span>Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-79440006938794259631993-11-28T23:31:00.000-03:002010-11-28T23:31:59.566-03:00Domingos de Madre<span style="font-size:100%;"><span style="font-family: trebuchet ms;">Sucedía siempre en Domingo y durante muchos domingos de mis escasos años. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">No importaba la lluvia, el sol o el viento. Era siempre en Domingo. Ese que pudo ser de paseos en el parque, de hamacas y de juegos, de correrías y festejos.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Rutas angostas, bordeadas de interminables amarillos en sus banquinas, cruces entreverados con rotondas construyéndose, trasladaban a este grupo irreverente de chicos, jóvenes y madres, a la visita angustiosa presidida por ojos custodios e interrogantes.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Esta construcción sólida y prolija no era diferente de los espacios distintos que ya habíamos conocido. Buques, puertos, oficinas, lugares oscuros y llenos de presencias ajenas.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">En la imagen, el calor o el frío producen su mismo efecto, aletargado y sin tiempo.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Traspasar los umbrales significaba una larga espera desconcertante, incierta.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Ingresar al recinto, mostrarse. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">¿Qué buscaban las palabras y las manos, en las preciadas vituallas y aún en nuestros cuerpos? </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Ultrajaban la intimidad de los afectos con el desparpajo del inventario almacenero, y cuando la conciencia les indicaba algo concreto, con sonrisas cumplidas intentaban restañar sus malévolos efectos.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Pudo haber sido ayer o hace muchos años. Pero tal vez, deseo, no siga siendo.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">La memoria repite el recorrido, completando secuencias que no paran, calcinando etapas sin regreso, estableciendo fangales tenebrosos que entorpecen creer y seguir viendo. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Las madres desde su convicción y dignidad cuestionan, y establecen parámetros firmes adormeciendo las rejas, con su firmeza propia, nos llevan a atravesar barrotes que desde la inocencia trepamos como escaleras.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Caminar de la mano, sin mirar hacia atrás, siempre en silencio.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Y cuando de reojo vislumbro a nuestra espalda un montón de orificios en la punta de caños atrevidos y férreos, que varios al descuido bambolean sin quererlo, siento que el mundo se detuvo y algo diferente sucede en el momento. ¿Quién viene con nosotros que merece este tratamiento? </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Rumores de palabras que no entiendo pero presiento oscas y que niego. Preguntas que se atragantan en manojo de sentimientos, atropellan el paso y sin que medien preámbulos, estamos ahí nuevamente, en lo incierto.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">¿Por qué tanta alharaca? ¿Por qué tanto espamento? ¿Qué sucede con estos que a jugar, no vinieron? En el abrazo, el calor cobijante restablece mi centro.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Componemos en la magia, un hogar trashumante, original, que siento áspero y ajeno. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Poco dura el sortilegio y nuevamente hay que traspasar el camino inverso con la aguda sensación de dejar atrás parte de lo nuestro.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Vuelven las preguntas acalladas, los interrogantes que nadie develará seguramente, las dudas que la inocencia plantea quedando abiertas y que aún hoy son cuestionamiento.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">En cada uno de aquellos que algún domingo miré inquiriendo, quedaron girones de una historia sin respuestas, que solo sirvieron para construir la mía con sus grietas. </span></span>Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-70258351096726975851992-11-28T23:29:00.000-02:002010-11-28T23:30:14.148-03:00Ni siquiera una lágrima<span style="font-size:100%;"><span style="font-family: trebuchet ms;">Como témpano enclaustrado en la niebla, el hombre pequeño, tembloroso, nos mira.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Fue cruzar pabellones hasta encontrarlo, alternando brincos de una niñez ingenua con la potente sensación de transitar lo inenarrable. Allí se trenzaban ilusiones enroscándose en el desconcierto y claudicando al dolor.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Aferrado a los barrotes, conteniendo la fuerza y el caudal de potencias que la ignorancia no acierta a comprender. Luce líneas caprichosas en su frente. Voz apenas susurrante. Mirada en lo incierto. Cubiertos sus brazos de lunares purulentos marcados por la ignominia, está ahí, esperando quien sabe qué.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">El estómago se anuda, alejo la imagen para no volver.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Diez, veinte o treinta años ó un segundo más tarde, la trenza no grita, ni siquiera vomita una lágrima, quedó ahí.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">En la memoria tendrá que ser recuerdo y no misterio.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Su imagen fue testigo para mí. </span></span>Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-63246603033096201201991-11-28T23:28:00.000-02:002010-11-28T23:29:36.105-03:00FIESTA<span style="font-size:100%;"><span style="font-family: trebuchet ms;">La lluvia había tomado posesión de cables y edificios componiendo una escenografía gris terrosa. Teníamos que realizar varias diligencias, que me inquietaban, y el cielo plomizo era una molesta compañía para mi alboroto.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Mi padre había hablado de los trámites como de un secreto. Debía guardarlo en reserva y no comentarlo ni siquiera en la familia, menos aún, en la escuela. </span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Esta necesidad de misterioso origen, llenaba todo el ambiente de una embriaguez especial. La promesa había sido concreta. El regalo: un viaje de los dos, por una semana, a un país vecino, en lugar de la fiesta prometida con anticipación.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Mi imaginación no paraba de elaborar situaciones. Armar la valija, poner la pulserita que me regaló Susana, el vestido verde con amplio vuelo, porque si bailaba quería que se moviera como la había visto en las películas. No me preocupaba demasiado la falta de una fiesta especial. Toda la aventura me parecía suficiente reemplazo. La sola idea de hacer el viaje, los dos solos, me parecía una epopeya. Mi madre no estaba muy conforme.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Entre un trámite y otro, parábamos a tomar jugo en algún barcito y “casualmente” siempre nos encontrábamos con un amigo de papá.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Las conversaciones eran aburridas. Parecían estar llenas de indicaciones de tal o cual lugar, o ver a fulano o mengano. Muy bien no entendía la relación de todo esto con el festejo. Ciertamente no me preocupaba pero crecía la intriga por esos cuchicheos.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Finalmente los trámites dieron como resultado, el pasaporte listo. Me pareció que mi estatura crecía en el ámbito familiar siendo portadora de este documento.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">No se había fijado fecha aún para la partida. Quería que fuera sábado para que mis amigas pudieran ir a despedirme. Pero todo indicaba que sería noche tarde, lo cual complicaba esta posibilidad.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Finalmente, y pasados unos quince días, se estableció la fecha para el jueves de la semana próxima.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">La magia envolvía todos mis actos. Los últimos preparativos y las charlas finales antes de partir . En mis sueños se tejían bandadas de imágenes que esperaba develar pronto.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Llegó la mañana. Ya todo listo, no cabía en mis zapatos por salir corriendo hacia el aeropuerto. A las seis de la tarde era la hora indicada.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Almorzamos e intenté algún juego con mis hermanos. Sentados sobre la alfombra desparramábamos cartas como si fuera un tarot pergeniado en el momento.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Cada uno inventaba su historia.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">El juego se interrumpió con el timbre que insistente nos sobresaltó.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Serían las cuatro. El visitante resultó ser el amigo que encontrábamos en los barcitos de los trámites. Lo recordaba bien, porque tenía barba y bigote.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">El hombre charló algo con mamá. Corto y en voz baja.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">En segundos se fue. Ella quedó parada, mirando nuestro juego, sin decir palabra.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">La miré y noté algo diferente en su cara.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">- ¿Qué pasa mamá? ¿Ya nos vamos?</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Un instante de silencio se deshizo entre el juego y las preguntas. Sin vacilar y como tratando de ser lo más natural posible, contestó:</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;"> - No, por ahora no hay viaje. Mejor será que ordenes tus cosas en el ropero.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Sabía que no podía pedir muchas explicaciones. Ya me lo habían recomendado en varias oportunidades durante los preparativos, pero la angustia me desbordaba y corrí detrás de ella hacia la otra habitación. Sin parar, preguntaba y pedía entender qué había sucedido. Ella se sentó a los pies de la cama y remarcando cada sílaba, cada letra de su frase contestó :</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">- Se te ha dicho ya que no preguntes, solo tienes que aceptar que no hay más viaje posible ahora.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Conocía sobradamente los imperativos familiares. Por lo tanto con un ato de preguntas en la garganta, di media vuelta y me encaminé a mi cuarto. Pasé el resto del día esperando que llegara mi compañero de viaje, con la secreta ilusión de que todo se solucionara. Pero el cansancio me venció. Cuando la casa estuvo en silencio transité hacia los sueños que fue lo mejor que pude hacer.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">La mañana me encontró volviendo a la ilusión de la vigilia. Rápidamente, corrí al cuarto de al lado, en la intención de hacer preguntas que contuvo el sueño.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Mamá aún dormía y mi padre no estaba.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Volví a mi cama. Cuando el día inundó la actividad hogareña, noté algunas diferencias en la rutina. En el bolso preparado de papá habían variado algunas prendas y estaba listo como esperando algo.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Sonó el timbre. El mismo hombre de ayer retiró el bolso y no se lo vio más.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Pasaron tres o cuatro días en que las horas se confundían entre las actividades y las preguntas atragantadas. Mis hermanos participaban ahora de mi inquietud, por el ausente desde aquella tarde.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Otra visita inesperada fue la portadora de más motivos de intriga y sorpresa.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Mi madre nos pidió que fueramos al patio y como era de suponer tratamos de escudriñar el suceso por una hendija de la puerta.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Con calma la visita fue adueñándose de la palabra.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">...el plan ha sido modificado...</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">...la entrevista será en otra ocasión. ...</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">...podrían utilizar el cumpleaños de otro hijo como pantalla cuando fuera necesario...</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">...el partido se ocuparía de ocultarlo el tiempo necesario....</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Finalizando el hombre se levantó y como despedida se oyó la voz de mi madre diciendo:</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">- Dígale que se cuide y vuelva cuando pueda, pero no habrá otro cumpleaños para usar.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Ya sola, mamá lloraba.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Años después, aún preguntándome por mi fiesta de cumpleaños, supe que aquella tarde lo interceptaron en la calle para abatirlo. Logró escabullirse entre la gente y no lo vimos por varios meses.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Cuando regresó, sin aviso previo, reunidos alrededor de la mesa, nos habló con cariño, contándonos sus sueños de ausente.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Tal vez esa tarde inicié un camino que hoy sigue presente.</span></span>Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-65322990793055186421985-11-28T23:27:00.000-03:002010-11-28T23:37:27.938-03:00HAMBRE HOMBRE HERRUMBREMonstruosamente oscuro, con la superficie rugosa y áspera, con la actitud ladina y solapada del acecho, merodea sin horas.<br />Levanta sus pasos para dejar la huella. Señal clavada en almas inconclusas de habitantes inciertos.<br />Hambre. Hombre. Herrumbre.<br />Imagino un horizonte distante y puntos hormigueando gotitas de cristal para contruir las fuentes.<br />¿Cuántos fueron? Si es que son. ¿ Acaso la ignorancia es existencia? ¿Qué pasa con mis pies que no atinan andar? ¿Supiste que el azar de los días será para todos mañana, o no querrás?<br />Alimaña. Serpiente. Fantasma. Hambre. Herrumbre. Hombre - Hambre.<br />Convertite. Aléjate, Morite. Déjame. Déjalos. Andate.¿Esto es hoy? o esta siendo? ¿Lo leí? o fue? ¿Qué nos pasa? Rebuznar del tiempo. Panfleto. Bochorno. Vergüenza.<br />Monstruosamente oscuro, con la superficie rugosa y áspera, con la actitud ladina y solapada del acecho, merodea sin horas. Levanta sus pasos para dejar la huella, señal enclavada en almas inconclusas de habitantes inciertos.<br />Las mariposas despreocupadas revolotean jugueteando con el rayo de luz. Danzas diferentes componen un escenario variado de colores y formas. Diferencias que son matiz y tamaño. Despreocupación que se antepone al alerta.<br />Los pétalos alfombran sus cruces de avenida multicolor. Siento el aroma y se incorporan en mi, augustas canciones de luz.<br />El animal agazapado; escondido tras la sombra del espinillo, miraba deleitándose. Observaba el ritmo de la pena lenta que avanzaba hacia el horizonte. No todos eran iguales. Unos eran animales otros bestias. Unos eran de azúcar, otros de miel. Collar de diferencias. El animal agazapado desconocía su consistencia, creía en la ignorancia. Sostenía las espinas para mejor ver. Prepara su atropello; triunfo en la derrota como bestias de azúcar y animales de miel.<br />Quiero gritar sus nombres. Quiero frenar el dolor.<br />Quiero que me mires, pensemos, sintamos algo parecido al pudor.<br />Mezclemos lágrimas con risas, unamos luces y amor. No respires. Pensemos. No mires. Hablemos. Escucha que vuelan aves, huele su canto al pasar.<br />Volvamos....., dicen que hay que recordar. ....<br />Aplastadas; pesadamente las mariposas marcaron su delirio de sueño y dolor.<br />El agazapado liberó su salto y un calidoscopio fugaz rodeó los espinillos, ofreciendo imágenes voluntariamente marcadas por la historia y el sudor.<br />Mueren aquí y ahora tantas mariposas por minuto, que cualquiera de nosotros puede hacerse una túnica con sus alas; tantas...., como para poder cambiarnos de vestimenta cada día. Así nunca nos daremos cuenta de cuántas menos vuelan para nuestro solaz.<br />Apagué la imagen, no tenía sentido hacerme la túnica, no tendría ocasión para usarla.<br />Quiero cerrar los ojos. El corazón se apura a latir. Galopa. No hay tiempo. Las mariposas vuelan a mi alrededor. ¿Las viste? Son como las tuyas. Iguales. Bailan el mismo olor.Apagué la imagen, no tenía sentido pensar en las mariposas. Otro día, cuando quieras, nos sentamos y con piedritas en el suelo perfilamos sus alas. Algún día en otro momento, les damos una serenata.<br />Late el corazón muy rápido. Deben ser las mariposas que vistiendo en la túnica, ofrecen su ardor.<br />La bestia dormida, satisfecha de azúcar y de miel, estiró su camino incorporándose en el aire. Todo es uno, fundido espejo de imagen hoy.<br />Observo el hacer y comparto su espacio buscando salida armoniosa para un espectro que es invasión de luz. Que es negación de oscuridad. Que es defensa de la fuente y sustento esencial.<br />Grito. Es tiempo de dolor.<br />Vivirlo es la condena, porque las mariposas no vuelan como yo.<br />NA<br />Esto fue escrito hace más de 20 años, producto de una escucha radial sobre Somalia.<br />Hoy es mi tierra la doliente, y el mismo texto vigente me cruza las entrañas.Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-100239989456756800.post-31484921846266422971983-12-13T22:07:00.000-03:002010-11-28T22:08:38.257-03:00Crecer en el ArteCrecer es alejarse de esas mismas razones que nos dieron base al crecimiento.<br />Es dejar atrás la multitud y entrar en la soledad del individuo que ansiamos y dolorosamente vamos siendo.<br />Cuando a través de la obra dejamos atrás etapas, estamos estableciendo la isla de nuestro idioma, de nuestras vivencias, de nuestros anhelos; estamos perfilando eso difícil y en constante transformación que es la imagen de nosotros en la tela, el papel, el espacio.<br />Este costoso camino de la vida a través del arte implica el riesgo del pánico que producen los sucesivos cambios y evoluciones constantes. La inseguridad de descubrirnos cada vez mas solos, mas profetas de una religión sindioses, mas hermitaños en un mundo etéreo y sensible, en donde el mundo material no cabe porque la dimensión de nuestros anhelos pasa por canales de comunicación que intentamos obsesivamente.<br />El proceso creativo es doloroso y desangrante aún cuando conlleva el placer en sus entrañas, en su mismo desarrollo. Pero no culmina en él, nuestro anhelo. Necesitamos, amamos al prójimo que desesperadamente buscamos para justificar la existencia de nuestra obra.<br />Y ese prójimo , que amamos y buscamos, dónde está? , Cuál es? ; es el observador pasajero, el cuestionador interesado, el amante exclusivo, o es el fortuito espectador que a través de su sensibilidad individual absorbe aquello que le dimos sin mas pretensión que la de llegar hasta él.<br />Cuando nuestra capacidad de conocimiento alcanza un nivel en el cual los elementos básicos del idioma se han incluido en el individuo, comienza una profunda inestabilidad a nivel sensible que nos lleva a cuestionarnos todos los porqué y para quién de nuestro quehacer.<br />Sencillo sería establecer un para todos, que tal vez implique un para nadie, y entonces negaríamos esa base que nos dió sustento para crecer.<br />Toma allí cuerpo y consistencia el anhelo de canales de comunicación y pareciera que el observador fortuito es el interlocutor silencioso mas válido ya que se remite simple y sanamente a su capacidad de sentir.<br />Es indudable que todo lo expresado implica aceptar la terrible soledad de la creación inmersa en el caos del universo plagado de estereotipos , moldes y convencionalismos, a la vez que rico en diversidades formales y dimensiones diferentes.<br />Implica también la duda de no llegar a todos, de dar para unos pocos, de intentar y no lograrlo. De sentir y no ser sentido.<br />Pero en el riesgo está la honestidad , está lo verdadero, en ese riesgo está la vida y nuestro crecimiento.<br /><br />16 de diciembre de 1983Elenahttp://www.blogger.com/profile/02004826219675797637noreply@blogger.com0