CINCO

Comenzaban las despedidas, el festejo, los proyectos compartidos, la ilusión, comenzaba.
En uno de esos momentos, tuvo un diálogo paralizante. La interlocutora había sido compañera de él en sus estudios.
Sin preámbulos le transmitió detalles agrios de una vieja relación, cargada de situaciones dolorosas y aunque sus oídos no pretendían escuchar , tuvieron que hacerlo.
Soportando la sorpresa, salió con las piernas cementadas. Cada paso era arrancado desde el suelo sujetando raíces fuertemente instaladas.
Ansiaba un refugio.
Limpiar su cuerpo de la miseria inesperada.
Aquel ser, había destilado odio y rencor; tanto, que era imposible no vibrar ante ese manantial de sentimientos.

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