SIETE

Seguramente el encuentro le ayudaría a entender.
Comenzó el monólogo y la referencia a las palabras paralizantes.
No despertó sorpresa. Por el contrario la narración pareció complacerle y como si faltara un corolario, desparramó explicaciones que ella no pedía, invadiendo hasta el silencio.
Sintió que pertinazmente destruían la figura que no estaba para explicar. Algo doloroso le ocurría, pero no pudo reaccionar y escuchó.
Salió. La noche entró en su cuerpo lentamente. En cada paso fueron desgranándose huellas. Caminó sin pausa hasta que la luna se escondió en el horizonte. Sería la madrugada. Había andado sin rumbo y volver a la realidad le obligó a salir de la marejada de palabras.
En el silencio parecía mas acuciante el sonido muerto de las heridas. Confundía la paz con el veneno, el perfume con la hiel o el infierno.
Un cuadro impensado tejía figuras en desprolijas variedades.
Finalmente durmió como refugio, clamando despertar para salir de la telaraña de fantasmas. La luz le devolvió la certidumbre de un nuevo esfuerzo para transitar y conservar la calma. Quería consolarse. Seguiría con su proyecto. Solo claudicaría ante la evidencia contundente de las palabras que no esperaba escuchar.

No hay comentarios: